domingo, 8 de marzo de 2020

La merienda del agujero negro.

¿Tú sabes lo que es un agujero negro? Es una estrella muy enfadada que se come todo lo que está a su alrededor. ¿Y por qué se enfadaron las estrellas? Pues resulta que un día estaban todas tan tranquilitas y de pronto BIG BANG hubo una gran explosión a la que llamaron el BIG BANG. Así, todas las estrellas se volvieron locas y los planetas majaretas.

Las estrellas que se volvieron muy locas, locas les dio por comérselo todo, hasta la luz, por eso a las estrellas enfadadas les llamaron Agujeros negros, porque no se podía ver nada. Ya te digo, unos planteas se volvieron majaretas y otros no (se les llama planetas majaretas porque cuando les das una alegría se vuelven locos y hacen muchas tonterías).

Tenemos el planeta vainilla, el planeta regaliz y el planeta chocolate y los que no están locos se llaman Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.

Un día, un agujero negro hambriento se quiso comer al planeta Mercurio y este para que no se lo comiera le dijo “No me puedes comer, porque estoy hecho de roca y te dolerá la barriga”

Cuando quiso comerse al planeta Venus este le dijo “no me puedes comer. Tengo muchos volcanes y te quemaría la barriga”. El agujero negro enfadado llegó hasta la tierra y dijo “A esta sí que me la como” y cuando iba a abrir la boca la Tierra le dijo “No me puedes comer porque tengo mucho agua y te ahogarías”. “Pues entonces,- dijo el agujero negro- me comeré al planeta Marte”, pero no se lo pudo comer porque ya era miércoles.

Imaginaos lo enfadado y hambriento que a estas alturas estaba el agujero negro. Júpiter que era el más grande de todos los planetas pasó por allí y cuando abrió la boca para comérselo no lo pudo hacer porque como era tan grande, no le cabía en la boca.

“Ay, qué hambre tengo”- dijo el agujero negro y en esto que se encontró con Saturno un planeta muy contento pues se había casado y le habían puesto un anillo muy grande “Que te como, Saturno”, le dijo el agujero. “Ah, no puede ser- le dijo Saturno- me acabo de casar y me tengo que ir de viajes de novios con mi novia la Luna”.

"¿Y entonces, a quién me puedo comer?", se preguntó llorando el agujero negro. Y por allí pasó un cometa rapidísimo que le dijo “Sólo te quedan Urano, Neptuno y Plutón, pero están tan lejos que tardarás miles  de años en llegar”. “Pero yo quiero comer, comer, comer”- dijo el agujero negro. Pues cómete a los asteroides, le dijo el Cometa, que son como patatas que están volando por el espacio, o cómete a los planetas majaretas que están hechos de vainilla, chocolate o regaliz.

“Eso haré”, dijo muy contento el agujero negro “primero me comeré a los asteroides y después de postre a los planetas majaretas” Y empezó a comérselos “qué ricos los asteroides, qué ricos los planetas majaretas, ñam, ñam”.

Pero el agujero negro era un tragón incansable y seguía teniendo hambre. “¿Sabéis, niños y niñas,  a quien se comió después? Pues a ti, y a ti y a ti (el narrador dramatiza el acto de comerse al público y finaliza la narración del cuento)