domingo, 21 de agosto de 2016

Reducir la democracia o reducir la desigualdad.

Reducir la democracia o reducir la desigualdad. Son soluciones distintas a un mismo problema. Reducir la democracia fue la solución que encontraron los padres fundadores de la constitución de los Estados Unidos de América. Reducir la desigualdad la solución de Aristóteles en su Política. 



Noam Chomsky nos lo explica en este interesante documental.

Trabajo, robótica y educación.


Nos dicen que el 65% de los trabajos del 2025 todavía no se han inventado. Entonces ¿qué planes de estudio debemos seguir? ¿Se han diseñado los adecuados? o bien, los planes de estudio no necesariamente tienen que estar intrínsecamente relacionados con el empleo.



Ya podemos predecir, escribía Jurjo Torres en su libro La desmotivación del profesorado (2006) que, con casi absoluta seguridad que el alumnado que en estos momentos está cursando estudios en el sistema educativo precisará estar actualizándose continuamente; que, a lo largo de su vida laboral desempeñará varios puestos de trabajo diferentes e, incluso, en distintos sectores productivos en distintas ciudades y países. Constatamos así -dice- una crisis en la razón de ser de las instituciones escolares debido a una falta de consenso acerca de los fines que prioritariamente deben de orientar su trabajo.

Hay un porcentaje de la población que es prescindible según economistas, políticos y otros que no tienen nombre pero que mandan de verdad. El ministro de Finanzas japonés Shinzo Abe pidió en enero de 2013 que los ancianos se dieran prisa en morir.




En 1995 líderes como Gorbachov, G.H. Bush, M.Thatcher, V. Havel, Bill Gates, Ted Turner, etc. llegaron a la conclusión de que es inevitable la llegada de la sociedad 20:80. aquella en la que el trabajo del 20% de la población mundial será suficiente para sostener la totalidad del aparato económico del planeta. Y crearon un término : el tittytainment.  


 Ya hay profesiones en la que puedes ser sustituido por un robot. De hecho, la empresa Foxconn ha sustituido a 60.000 empleados por robots (mayo de 2016, El País). "Todos los trabajos que no requieran creatividad van a desaparecer". Así es el futuro que nos depara la tecnología, según el matemático y economista César Molinas.



En las líneas pedagógicas de formación del profesorado empiezan a realizarse cursos sobre robótica como el de la Universidad Menéndez Pelayo (2016) en su sede de Valencia. Se anima así a enseñar a programar en entornos amigables a los niños desde educación infantil.

Repasemos. El 65% de los trabajos del 2025 todavía no se han inventado. Tenemos la certeza que, a efectos prácticos, hay un exceso de población en el planeta que agotará los recursos naturales. Por lo tanto, desde una visión puramente economicista, son prescindibles. Si a eso le sumamos la imparable sustitución de robots por operarios humanos la pregunta es: ¿qué deberían estudiar los niños en las próximas décadas? ¿Qué planes de estudio serían más adecuados? ¿Debería separarse, de una vez, la formación para el empleo de la educación del ser humano?

Para estos interrogantes hay miles de respuestas, pero ninguna será totalmente fiable si viene de un político o un gurú de la educación. ¿Dónde buscar? ¿En quién confiar? Es realmente complicado dar una respuesta solvente a estos interrogantes. Pero me atrevo a pensar lo siguiente. Hace años no existía la figura del entrenador personal (personal trainer) tal como la conocemos con el éxito actual. El personal trainer se dedica a la mejora de la condición física y el rendimiento deportivo y se caracteriza por:

1. Tener una amplia experiencia (formación y éxitos en su actividad) Esto reduce el rango de edad. No puede ser muy joven.
2. Capacitado para realizar estudios corporales y de salud  previos (puede contar con asesoramiento. Trabajo de equipos)
3. Personaliza las dietas, suplementos nutricionales y entrenamientos al sujeto.
4. Marca objetivos personalizados,  pues prepara para competiciones.
5. El seguimiento es diario y la comunicación con el personal trainer permanente.

Si puedes hacer esto en educación, ya tienes un muy buen trabajo. Y esto, aunque tenga similitudes, no es Coaching educativo.