“Concentrarnos en nuestros propios pecados es, desde luego, difícil, igual que es doloroso examinar nuestros defectos y errores. A nadie le gusta revivir complicados reveses, pero a la larga entenderemos que analizarlos es esencial. Descubrir los errores implícitos en nuestros éxitos es aún más difícil. Nuestro ego desea creer que hemos vencido de forma brillante frente a un duro oponente, no que hemos tenido suerte, ni que nuestro rival ha dejado pasar una serie de oportunidades, ni que las cosas podrían haber resultado de otro modo.
Ya hemos visto ejemplos de estrategias erróneas que acabaron en éxitos gracias a buenas tácticas, y viceversa. Saber por qué ganamos es tan crucial como saber por qué perdemos; lo contrario sería desperdiciar un valioso material de análisis. Cuestionar el éxito significa nuevamente plantear la que debería ser nuestra pregunta favorita: ¿por qué? Hay que ser brutalmente objetivos con nuestros triunfos, porque en caso contrario nos deslizaríamos peligrosamente hacia el estancamiento.” (pág.241)
Ficha Biblográfica:
Kasparov(2007), Garry Kasparov, “Cómo la vida imita al ajedrez”, Debate, Barcelona, septiembre de 2007, pág.349. Tit.Orig: How Life Imitates Chess, London House, 2007.
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